Summary: | Se desarrollaron cuatro diseños experimentales completamente aleatorizados. El primero se realizó a escala delaboratorio, en cajas plásticas de 40L de capacidad y 10 juveniles/caja, para evaluar la respuesta de loscamarones ante la sustitución parcial y total de la harina de pescado por soya en la dieta, teniendo comocontrol la fórmula empleada en el engorde a escala comercial. El segundo bioensayo se realizó en estanquesde tierra de 250 m2 sembrados a 10 juveniles/m2. Se estudiaron las tres mejores formulaciones obtenidas en elprimer ensay, para evaluar la incidencia en los parámetros productivos cuando los camarones son alimentadoscon dietas de mayores inclusiones de harina de soya. Un tercer bioensayo se realizó bajo iguales condicionesal anterior, donde el control correspondió al mejor alimento obtenido en la segunda investigación, al que se leincluyó como aditivo estimulador del consumo, la harina de cabezas de camarón al 5% en sustitución deharina de pescado y la adición de aceite de hígado de tiburón por spray al 0.5% cubriendo al alimento. En elcuarto bioensayo se evaluó a escala de laboratorio, la inclusión de diferentes niveles del pigmento carotenoideastaxantina, (25, 50, 75 y 100 ppm) empleando como control el alimento revestido con aceite de pescadoempleado en el tercer bioensayo. En todos los casos se utilizaron juveniles procedentes de estanques deprecría y cada tratamiento experimental contó con tres repeticiones. Se logró mejorar los parámetrosproductivos con la sustitución del 48 % de la harina de pescado por harina de soya, lo que indica que losjuveniles de Litopenaeus schmitti tienen buenas habilidades para consumir soya. Los ingredientes pesquerosmejoran la atractabilidad y palatabilidad de los alimentos que contienen elevada harina de soya, lo quefavorece la rentabilidad en el cultivo. La adición de 50 ppm o más del pigmento carotenoide astaxantina en elalimento, produce efectos positivos sobre el crecimiento, la supervivencia y conversión del alimento.
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