Summary: | El índice de shock es una herramienta sencilla y fácil de utilizar teniendo la
ventaja de que no requiere más que una simple calculadora y sin necesidad de
realizar intervenciones a los pacientes. También se ha demostrado como un útil
predictor de transfusión masiva.
Se realizó una revisión sistematizada manual de los registros de ingreso al
Departamento de Emergencias Shock Trauma del 01 de enero de 2021 al 31 de
marzo del 2021, encontrando 930 pacientes con motivos de ingreso compatibles
con traumatismo contuso. De esos pacientes, se eliminaron 578 pacientes al
contar con algún criterio de exclusión.
Se enrolaron 352 pacientes en este estudio, en relación con las características
demográficas, la distribución por edades presentó una media de 37 (DS ±15.4)
años y la distribución por sexo una mayoría de hombres del 76.7% (270 hombres
frente 82 mujeres).
Se encontraron 131 pacientes (37.2%) con un índice de shock mayor a 0.8, con 11
pacientes (3.1%) necesitando transfusión de un componente sanguíneo y 5
pacientes (1.4%) en total cumplieron criterios para transfusión masiva.
Se analizó la relación entre la necesidad de transfusión masiva en pacientes con
un índice de shock mayor a 0.8, encontrando que 4 pacientes con IS mayor a
0.8 recibieron transfusión masiva, un solo individuo con IS menor a 0.8 recibió
transfusión masiva, encontrando un valor de p de 0.04622, siendo
estadísticamente signficativo, además de presentar un riesgo relativo de requerir
transfusión masiva si se presenta un IS >0.8 al ingreso de 6.6 veces mayor a IS
menor o igual a 0.8.
El índice de shock es una herramienta sencilla, rápida y accesible a la cabecera
del paciente, con un gran valor predictivo negativo, lo que ayuda a diferenciar al
trauma grave del no grave, siendo útil al momento de realizar un triage en la sala
de Urgencias y en el ámbito prehospitalario.
El uso de escalas de estratificación de riesgo sencillas que describan la
necesidad de intervenciones invasivas y manejo definitivo urgente debe de
promoverse para agilizar el manejo definitivo de lesiones traumáticas
potencialmente mortales.
Aunque corroboramos la existencia de una asociación entre el IS elevado y la
transfusión masiva, no debería de ser la única herramienta empleada para el
inicio de dichos protocolos.
|