| Sumario: | Introducción: La enfermedad renal crónica implica el deterioro de la función renal, imposibilitando la capacidad de filtración correcta así como la habilidad para mantener el equilibrio ácido base en el sistema, entre otras funciones. La ERC puede clasificarse de acuerdo con la tasa de filtración glomerular y dependiendo del estadio donde se encuentre se decide o no llevar a cabo un tratamiento de
sustitución renal, ya sea diálisis o hemodiálisis. Una vez estando en etapa avanzada el paciente puede ser considerado candidato a trasplante renal, con el fin de mejorar calidad de vida y pronostico. Objetivo: Implementar el proceso de atención nutricia durante 8 semanas en una paciente femenina de 25 años con enfermedad renal crónica en tratamiento de remplazo renal hemodiálisis y trasplante renal. Materiales
y métodos: Se implemento el proceso de atención nutricia en sus diferentes pasos, en el cual se evaluaron parámetros antropométricos, bioquímicos y clínicos en las distintas etapas de la enfermedad que cursó la paciente. Así mismo, se intervino de acuerdo con los requerimientos en cada etapa. Resultados: Al implementarse el Proceso de Atención Nutricia (PAN) se encontraron distintos diagnósticos nutricios
en el paciente como requerimiento energético incrementado e ingesta insuficiente de energía. Al llevar a cabo la intervención nutricia fue posible establecer metas para posteriormente mejorar el estado nutricional del paciente; tales fueron un aporte de 35 kcal/kg/día en ambas etapas, ERC con terapia de reemplazo renal y postrasplante así como un aporte proteico de 1.3 g/kg en hemodiálisis y 1.8 g/kg en
etapa postrasplante inmediato, siguiendo las recomendaciones de KDIGO, 2020. Conclusión: Un adecuado abordaje nutricional en esta patología puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y lograr una recuperación exitosa tas un procedimiento tan complejo como lo es el trasplante renal.
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