Sumario: | El Estado es el garante de la seguridad e integridad de las personas privadas de la libertad a quienes se les atribuye la comisión de un delito y los Centros de Reinserción Social son los sitios destinados para esta medida, no obstante, debido al contexto penitenciario actual en México, han surgido diferentes respuestas para hacer frente a las problemáticas que se presentan, producto de la ausencia de gobernabilidad de un sistema penitenciario con marcadas áreas de oportunidad, sin embargo, lejos del fortalecimiento de la reinserción social, se plantean mecanismos desde una óptica de idealismo en papel del Sistema Penitenciario, que limita el cumplimiento de la Ley Nacional de Ejecución Penal al no existir las condiciones para su implementación, no obstante, sin duda, esta Ley ha permitido dar pasos agigantados en materia penitenciaria, marcando la dirección de las acciones con una visión de derechos humanos y perspectiva de género y que además considera claros beneficios de preliberación, de tal forma que, la aprobación de un instrumento de Amistía como el que se ha planteado en México recientemente, vuelve al Sistema Penitenciario liberal sin un enfoque criminológico, por lo que, es preciso realizar un análisis en contraposición con la realidad penitenciaria, considerando que el fin último de los Centros de Reinserción Social es la reinserción social.
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