Sumario: | Actualmente se ha reportado un incremento exponencial en la presentación de las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) (1). Entendiéndose como IAAS la infección que se presenta en un paciente internado en un hospital o en otro establecimiento de atención de salud en quien la infección no se había manifestado ni estaba en período de incubación en el momento del internamiento (2). Dentro de este grupo, se encuentran las infecciones contraídas en el hospital, pero manifestadas después del alta hospitalaria y las infecciones ocupacionales del personal del establecimiento que brinda atención hospitalaria.
Los factores que propician la infección en los pacientes hospitalizados son diversos, dentro de las cuales destacan: la inmunosupresión, la mayor variedad de procedimientos médicos y técnicas invasivas, que crean posibles vías de infección, la transmisión de bacterias farmacorresistentes en poblaciones hacinadas en los hospitales y sobre todo el abuso de antimicrobianos de amplio espectro. Todo lo anterior contribuye al deficiente control de infecciones, facilitando su transmisión (3). Las IAAS son el evento adverso más frecuente durante la prestación de atención
sanitaria, y se calcula que cada año millones de pacientes de todo el mundo se ven afectados, de los cuales, se ha reportado 450,000 casos de infecciones nosocomiales al año. Las IAAS están entre las principales causas de defunción y
de aumento de la morbilidad en pacientes hospitalizados (4).
Las infecciones nosocomiales agravan la discapacidad funcional y la tensión emocional del paciente y, en algunos casos, pueden ocasionar trastornos discapacitantes que reducen la calidad de vida, siendo a su vez una de las
principales causas de defunción (5). Por otra parte, los costos económicos son muy elevados. La estadía prolongada de
los pacientes infectados es el mayor factor contribuyente al consumo de insumos y el incremento en los costos hospitalarios (6,7).
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