Correlación directa entre volumen de infarto cerebral isquémico medido en resonancia magnética y niveles séricos de neurofilamento

Antecedentes La concentración de neurofilamento (NfL) en sangre ha sido propuesta como un biomarcador de daño neuroaxonal. Distintas condiciones neurológicas pueden elevar sus niveles, pero su importancia en el infarto cerebral isquémico aún permanece indefinida. Con el objetivo de describir su co...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Ossa Nájera, José Luis
Formato: Tesis
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: 2021
Materias:
Acceso en línea:http://eprints.uanl.mx/20858/1/Tesis%20Dr%20Jos%C3%A9%20Luis%20Ossa%20N%C3%A1jera%20uanl.pdf
Descripción
Sumario:Antecedentes La concentración de neurofilamento (NfL) en sangre ha sido propuesta como un biomarcador de daño neuroaxonal. Distintas condiciones neurológicas pueden elevar sus niveles, pero su importancia en el infarto cerebral isquémico aún permanece indefinida. Con el objetivo de describir su comportamiento en esta patología, en este estudio se realizó una correlación entre los niveles de NfL y el volumen de infarto cerebral. Métodos Estudio retrospectivo. Se utilizaron muestras de sangre almacenadas e información de los pacientes de una cohorte longitudinal prospectiva. Se incluyeron un total de 59 pacientes con diagnóstico de infarto cerebral isquémico. Los niveles de NfL se analizaron en sangre con el kit LS-F6701 mediante técnica ELISA. El volumen de infarto cerebral fue medido en resonancia magnética utilizando el software 3D-Slicer. Los niveles de NfL fueron correlacionados con (I) volumen de infarto cerebral, (II) severidad del infarto cerebral calculado con la escala National Institute of Health Stroke Scale (NIHSS), (III) pronóstico funcional a los tres meses medido con la escala de Rankin modificada. El análisis de las variables se realizó utilizando el coeficiente de correlación de Spearman. Resultados Los niveles de NfL en sangre se correlacionaron de manera positiva con el volumen de infarto cerebral (r. Spearman 0.25, p=0.05) y con la escala de severidad clínica NIHSS (r. Spearman 0.27, p=0.039). El pronóstico funcional a los tres meses después del infarto cerebral no fue asociado con los niveles de NfL. Conclusión La presencia y la cantidad de daño neuroaxonal estimado por los niveles en sangre de NfL correlacionaron con el volumen de infarto cerebral y la severidad clínica. No encontramos asociación entre NfL y el pronóstico a los tres meses.