Sumario: | Esta investigación es un estudio de caso a nivel exploratorio de corte cualitativo sobre las
prácticas de género de las mujeres académicas de la Universidad Autónoma de Nuevo
León. Presenta una serie de reflexiones a partir de un análisis del contenido temático
aplicado a la información producida por 148 entrevistas semiestructuradas y por la
observación en sitio. Más otras ocho entrevistas en profundidad donde se problematizan las
prácticas académicas de docencia, tutoría, investigación y gestión que realizan las
académicas en 22 espacios universitarios. Se asume que toda práctica educativa es una
práctica sociocultural, una praxis, que suscita entre las personas y los elementos que
dialogan continuamente la acción intencional de crear capacidades cognitivas, habilidades,
destrezas y actitudes, - más que erudición-, para fabricar las herramientas de la vida. Se
utilizó la metodología feminista del “punto de vista”, según las ideas de Sandra Harding
que plantea que todo conocimiento es situado espacial y culturalmente y está asentado en la
experiencia histórica-vital de la comunidad o de la persona que lo elabora; en este caso, de
las mujeres académicas en un ámbito educativo. Es una investigación que se inserta en lo
educativo, cuyos contenidos temáticos se analizan desde la perspectiva crítica de los
feminismos que dislocan formas de indagación, análisis y reflexión de las sociedades y sus
culturas en términos de sistemas con signos, códigos, cánones y narrativas donde se revelan
resistencias, control o poder de sexo-género, además de teorizar sobre la construcción de
las subjetividades y ver al sujeto -agente, capaz de transformar su entorno. Los resultados,
producto del análisis muestran que existe entre las académicas una ceguera de las
desigualdades de género entre mujeres y hombres heterosexuales, ya que su imaginario
humano no es sexuado y se adscriben a la idea del concepto de hombre como el universal y
al principio político de que todos somos iguales ante la ley. Un alto porcentaje de las
académicas son mujeres con posgrado, en edad reproductiva y con hijos o hijas en un rango
de edad exige cuidados y atención amplia, factores ellos de fuerte influencia en los patrones
de sus prácticas educativas. A pesar de la poca valoración que se hace de la docencia en la
universidad, el 65% de ellas asume y vive esta situación por sobre los otros tipos de
prácticas. Reconocen la investigación y la gestión como prácticas dominantemente
masculinas. Queda la sensación de que están en un cautiverio que les impone las
condiciones de vida institucional y personal. Sin embargo, a pesar de ello, existen, aunque
escasos, brotes de inconformidad, los que mediante herramientas analíticas de los
feminismos con perspectiva de género pueden re-dimensionar o re-significar sus
conocimientos velados por su dependencia patriarcal y sexista.
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