Sumario: | El objetivo principal del estudio es aplicar una metodología
que mida la ingesta nutricional derivada
del consumo de alimentos en México y diferenciarla
entre grupos socioeconómicos. La fuente de información
es la Encuesta de Ingresos y Gastos de los
Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática de México (INEGI).
El resultado más importante indica que la ingestión
promedio diaria de nutrientes -calorías y proteínas-
por unidad de consumo, en los diferentes grupos
de hogares, tiene una relación directa con el
ingreso. Así, en los hogares más pobres, que constituyen
el 10% de la población, se cubre sólo el 66%
de las calorías (4,985/7,517 Kcal) y el 60% de las
proteínas (139/233 grs) que se requieren, mientras
que en el grupo de hogares más ricos se cubre el
95% de las calorías (9,482/9,932 Kcal) y el 117%
de las proteínas (364/311 grs) que se necesitan.
Estas diferencias adquieren importancia, considerando
que el 56% del gasto que realizan los hogares
pobres es destinado a la alimentación, en
contraste con el 20% que gastan los hogares ricos.
En otras palabras, el gasto que se dedica a los alimentos
por parte de las familias pobres constituye el
56% de su gasto total, pero sólo cubre el 66% de
los requerimientos de las calorías y el 60% de proteínas
que potencialmente necesitan.
The main objective in this study is to apply a
methodology that measures nutritional intake from
food consumption in México and to establish
differences among income segments. The data
source is the “Encuesta de Ingresos y Gastos de los
Hogares (ENIGH)” from the Goverment institution
“Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática de México (INEGI)”. The most significant
result indicates that the daily average of nutritional
intake of calories and/or proteins, among the
different types of households, is directly related to
income. Thus, the poorest households, which
constitute 10% of the total population, consume only
66% of the suggested calorie intake and 60% of the
protein intake. Meanwhile, the richest households
consume 95% of the suggested calorie intake and
117% of the protein intake. These differences seem
even more drastic when considering that 56% of the
consumption expenditure carried out by the poorest
households is devoted to food, compared to only
20% by the richest households.
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