Publicado 2020
“…Estos cambios han llevado que antiguos países de emigración se conviertan en destinos migratorios (España y Portugal; México), y a la inversa, que viejos destinos de inmigración (Venezuela) se hayan tornado expulsores de inmigrantes (Gissi, Ghio y Silva, 2019), o que alberguen tanto emigración como inmigración, realidad que se hizo patente en la Península Ibérica durante la última crisis mundial (Padilla y Ortiz 2012) o en el nuevo contexto migratorio en América Latina (Perú, Colombia, Ecuador, Brasil), en la actualidad
muy marcada por el éxodo venezolano. Inclusivamente, se ha hecho evidentes como los procesos políticos y electorales influencian cada vez más la inmigración (França y Padilla, 2018), por ejemplo, en los últimos dos años, el crecimiento de la migración brasileña hacia Portugal se agilizó, alcanzando un aumento de 43% del 2018 para 2019. …”
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