Sumario: | Los nacimientos pretérmino tienen una incidencia mundial de 16% según datos reportados por La Organización Mundial de la Salud. El nacimiento prretérmino conlleva a un riesgo de hemorragia intraventricular (HIV). Apróximadamente el 75% de estos productos desarrolla parálisis cerebral, retraso mental e hidrocefalia y una cuarta parte de los sobrevivientes no discapacitados desarrollan trastornos psiquiátricos. (1,4) Algunos autores refieren haber observado un aumento de la supervivencia y la disminución de la incidencia de parálisis cerebral en los recién nacidos de muy bajo peso al nacer cuyas madres habían recibido sulfato de magnesio . (22.23) El primer informe en el que el sulfato de magnesio prenatal se asoció con una reducción del riesgo de HIV, del 18.9% al 4.4%, en los neonatos con un peso al nacer de menos de 1 500 g fue publicado en 1992. (12,13). OBJETIVOS: Demostrar que la administración de sulfato de magnesio a mujeres con riesgo de nacimiento pretérmino entre las 32 y 34 semanas de gestación puede disminuir la incidencia de hemorragia intraventricular neonatal. MÉTODOS: Se diseñó un estudio prospectivo, observacional, longitudinal y descriptivo, en el que se incluyeron mujeres embarazadas de entre 32 a 34 semanas de gestación, que acudieron para la atención de su embarazo al Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”, a quienes se administró sulfato de magnesio vía intravenosa posteriormente al establecimiento de riesgo de nacimiento inminente, como dosis de impregnación 4 gramos y posteriormente como dosis de mantenimiento 1 gramo/hora, se mantuvo la infusión de sulfato de magnesio hasta el nacimiento, con vigilancia estrecha de la madre y el producto. RESULTADOS: Participaron 50 pacientes, de quienes se obtuvieron 53 productos, a todas se les aplicó sulfato de magnesio, no se presentó ningún caso de hemorragia intraventricular. CONCLUSIONES: Observamos que el uso de sulfato de magnesio en mujeres con riesgo de nacimiento pretérmino o bien con indicación médica del mismo entre las semanas 32 y 34 de embarazo puede prevenir el desarrollo de la hemorragia intraventricular.
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