Sumario: | La producción industrial, entendida como la mecanización de las actividades productivas en un espacio físico determinado, comenzó a establecerse en México de manera sistemática a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Para ese entonces, Inglaterra, Francia y Estados Unidos tenían varias décadas bajo este modo de producción capitalista, siendo sus experiencias un marco de referencia en los proyectos de inversionistas mexicanos y extranjeros en el país.
Hasta cierto punto la fábrica, vista como una unidad de producción conformada por las instalaciones y controladora de la totalidad del proceso productivo, había logrado consolidarse, superando en volumen de producción e importancia a los talleres artesanales. La organización del trabajo en un mismo espacio facilitó a los industriales el control de la producción y de los trabajadores, además de reducir costes operativos.
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